¡SECRETOS NOSFERATU!
Criatura, en este
blog prometí develar algunos secretos de los chupasangre o vampiros (ush, esa
palabrita). Así que vamos a hablar de algunos. Sé que me ganaré la enemistad eterna de algunos nosferatu, ¡revelar secretos milenarios! ¡Qué desfachatez! Pero es
una promesa que hice aquí y debo cumplirla. Así que aquí vamos.
MITO #1:
Los chupasangre rehuyen al ajo.
REALIDAD:
cierto, ¿pero a ti te gustaría estar oliendo a ajo todo el día? ¡A nadie! Además
los nosferatu tenemos el olfato finísimo, tampoco soportamos olores fuertes,
como algunos quesos, aunque eso nunca lo van a sacar por ahí; no se veía bien
en una película a un vampiro lloriqueando delante de un queso camembert.
MITO #2:
Si un chupasangre se enamora de ti...
vas a vivir un romance eterno y
maravilloso.
Tú y yo, juntos por la eternidad, no sé, piénsalo... |
REALIDAD:
por desgracia es falso, los nosferatu somos taaan volubles. Tal vez conozcas a un
vampiro que te quiera por unos 500 años, pero luego se va a fijar en una vampiresa
chicuela de apenas 200 años... Así que no te hagas muchas ilusiones con eso de amor "eterno". Dicen que el matrimonio da comezón a los 7 años. ¿Te imaginas a los 700?
MITO #3:
Los vampiros no se reflejan en los espejos.
¿Y cómo se supone que me voy a arreglar? |
REALIDAD:
Cierto. ¡Y es tan difícil maquillarse sin ayuda de uno! Pero criatura, la
verdadera razón de que no nos reflejamos, es que nuestra especie usa los
espejos (gracias a las ciencias alquímicas) como portales para trasladarnos. Pero,
ojo, no todos los portales están abiertos… sólo unos pocos y algunos muy
especiales, comunican el mundo humano con el mundo umbrío.
¿Ejemplos?
Aquí va uno, pero recuerda criatura ¡esto es un secreto entre tú y yo!
El
portal que comunica la Ciudad de México con el Mundo Umbrío, se encuentra en un
cine abandonado en la Colonia San Rafael, en la calle Serapio Rendón. El Cine Ópera. Así
era en sus mejores tiempos:
Así
es ahora ¿mejor, no lo crees? Lo encuentro más interesante.
Al cruzar un espejo activado encontrarás ascensores que se comunican con otros espejos del otro lado del mundo o con los nidos subterráneos. ¡Más rápido e higiénico que subirse a un microbús!
Pero
ni intentes pasar, no te van a dejar, y hay un guardián del portal, que no
tiene muy buen carácter… y no respondo por tu seguridad ni por que mantengas la
sangre dentro de las venas, ¡ush, ush!
Espero
que estos secretos queden entre nosotros, criatura. Luego pasa por aquí y te
contaré más… muchos más.
Besos sangrientos de tu amiga Octavia Milvoces.